Si en algún momento fueron seguidores de National Geographic, tuvieron que haber visto algún reportaje de las ardillas voladoras. Esas ardillas que se lanzan desde los árboles, se inflan, y vuelan por los aires.
Obviamente alguien tenía que ser ocurrente, e inventarse una manera de convertir eso en deporte extremo. Ese alguien fue Patrick Gayardon, que en los 90s desarrolló el wingsuit moderno. Otras personas habían intentado hacerlo antes, pero no tuvieron mucho éxito. Notablemente, el primer humano que intentó usar un wingsuit en 1912 -Franz Reichelt- murió a los pocos segundos cuando chocó contra el suelo. Según los registros históricos, Reichelt saltó desde la Torre Eiffel, y el impacto abrió un hueco en el suelo congelado.
Jeb Corliss es uno de los aficionados al wingsuit más destacados a nivel mundial. Y no lo piensa para hacer unos vuelos que a cualquiera lo harían pensar dos veces.