Murió Toughie la rana: la más solitaria del mundo

toughie la rana
Foto: Frogpodblog

Toughie la rana, la más solitaria del mundo y una de las más famosas después de las rana René, murió hace unas semanas en el Jardín Botánico de Atlanta.

Aunque pareciera una broma, el mundo de la biología realmente está lamentando el fallecimiento de esta rana, que era la última rana de la especie Rabbs’ Fringe Limbed Tree Frog (Ecnomiohyla rabborum).

Toughie la rana fue rescatada en Panamá en el 2005, en una expedición conservacionista. En ese momento el hongo Batrachochytrium dendrobatidis estaba invadiendo su hábitat, y el hongo resultaba letal para los anfibios. Los biólogos capturaron varias ranas de la especie, de diferentes edades y las transportaron hasta Estados Unidos para tratar de reproducirlas. En varias ocasiones Toughie produjo crías con otra de las ranas que habían capturado, pero ninguna llegó a sobrevivir.

El Batrachochytrium dendrobatidis terminó de invadir el hábitat de Toughie en Panamá, y las demás ranas se fueron extinguiendo poco a poco. Finalmente quedaron solo Toughie en el Jardín Botánico de Atlanta, y otra rana (también macho) en Zoo Atlanta. Ambos vivían en aislamiento total, en un ambiente controlado donde no hay acceso a visitantes.

En el 2012 murió la rana de Zoo Atlanta.

Toughie la rana fue encontrada muerta el 26 de setiembre del 2016. Aunque se ha hecho una búsqueda en todo el mundo, no se han hallado más ejemplares de esta rana. Al parecer, se acaba de extinguir otra especie de anfibios en las américas.

Los anfibios son particularmente sensibles al cambio climático y a las infecciones, y los expertos calculan que se están extinguiendo a una velocidad 10.000 veces mas rápida que los demás animales y plantas. Se ha advertido que en este momento, el planeta está a las puertas de experimentar una nueva era de extinciones, algo que no se había visto desde que se extinguieron los dinosaurios hace 65 millones de años.

El gran problema es que no se tiene seguridad acerca de por donde se nos va a devolver la extinción que estamos provocando los humanos. Cada especie de planta y animal cumple una función en el ecosistema planetario, y muchas especies son críticas para la vida de los seres humanos. Pero su efecto nos llega indirectamente a través de otras especies, por lo que no lo notamos hasta que es demasiado tarde.

Tal es el caso de las abejas, cuya población se está reduciendo masivamente debido al ser humano. Las abejas parecen insignificantes, hasta que uno se da cuenta que son uno de los mecanismos naturales de polinización de las flores más importantes que hay. Si no hay polinización, no hay flores, y desaparece gran cantidad de la producción de frutas del planeta.

Puede que encontremos dentro de unos años que la extinción de la especie de Toughie permitió que aparecieran nuevas plagas en el hábitat Panameño, que lleguen a amenazar cosechas o que empiecen a cambiar irreversiblemente el entorno afectado.

También la muerte de Toughie la rana tiene que ser una nueva alerta para todos los futuristas, que hace 15 años estaban pensando que en este momento estaríamos clonando especies por la libre, y podríamos recuperar fácilmente el planeta. Noticia de última hora: no ocurrió, ni va a ocurrir pronto. Las especies que tenemos en este momento, son las que hay. Y las que se extinguen, no regresan: están perdidas para siempre.