Por qué no procede bloquear el app de Uber en Costa Rica?

El pleito que se echaron contra Uber los taxistas formales los dejó muy mal parados. Salieron, según ellos, a ser los héroes de la película, y más bien se les fue encima la gente y les demostró que ellos son los villanos. Inmediatamente salieron cualquier cantidad de quejas y denuncias de marías alteradas, taxis que niegan el servicio, taxistas que tratan al cliente mal, en fin: los taxis rojos se la pelaron espectacularmente, y el pleito lo que hizo fue elevar la imagen de Uber y terminar de darle impulso al servicio en Costa Rica.

Ahora, para tratar de recuperar algo de la imagen que perdieron, los taxistas están recurriendo a marañas legales e interpretaciones nunca antes vistas de los reglamentos. Una de esas interpretaciones extrañas que hacen es que, de alguna forma, todo este enredo de Uber es culpa de los operadores de telecomunicaciones, y corresponde a ellos bloquear la operación de Uber en los celulares para que el servicio no opere. Una versión aún más extraña que cuando decían que correspondía a la Fuerza Pública quitarle los radios a los piratas para que no pudieran comunicarse.

Los operadores de telecomunicaciones, la Academia Nacional de Ciencias, el MICITT y hasta el mismo MOPT se sacudieron de inmediato, y dijeron que eso no procede ni tiene fundamento legal. Por dicha, parece que esta vez las instituciones han decidido actuar con sentido común, y no en contra para que luego alguien tenga que recordarles el sentido común.

Por qué lo que dicen los taxistas no tiene fundamento? No tiene fundamento, esencialmente, por un principio llamado neutralidad de internet (net neutrality). Este principio, aceptado por muchos países incluyendo Costa Rica, indica que un operador no puede discriminar usuarios o contenidos en su red, tiene que tratarlos y permitirlos a todos por igual. El operador no tiene derecho de violentar el contenido que viaja por sus redes, ni de decidir qué puede o qué no puede accesar un usuario.

Yo como usuario hago uso de la red de un operador, y soy responsable de las consecuencias de mis acciones. El operador no tiene por qué regularme ni impedirme hacer lo que hago, él es simplemente un canal de comunicación.

Net neutrality en Costa Rica se respalda con la libertad de expresión, inviolabilidad de comunicaciones y el principio de legalidad garantizados por la Constitución Política. No es un tema meramente comercial: la neutralidad del operador de comunicaciones es un tema de rango constitucional.

Los operadores de telecomunicaciones son eso: operadores de telecomunicaciones. Su función es mover datos de un lado a otro. No tienen relación algúna con el funcionamiento del servicio de Uber, Uber es simplemente un usuario más de sus redes. Si de repente algún operador decidiera acogerse al criterio de los taxistas a como ellos lo plantean, estaría cayendo en un grave error: porque estaría metiéndose en un pleito de regulación de servicios que no son el suyo. Peor aún, esos servicios no está claramente comprobado siquiera que estén sujetos a regulación. El operador de comunicaciones que bloquee el app de Uber estaría efectivamente haciéndolo de forma antojadiza, violentando el principio de neutralidad de sus redes y exponiéndose a consecuencias legales si Uber decidiera reclamar.

Existen algunos casos puntuales donde se considera “opcional” el net neutrality y un operador puede intervenir, por ejemplo en casos donde existan amenazas graves a los usuarios del servicio o a la población. Es el caso que aplicó hace unos meses con la pulga de los vehículos Jeep, que permitía que un hacker les entrara por la red celular y les desactivara los frenos y sistemas de seguridad. En ese caso Sprint estableció un bloqueo de ciertos protocolos que permitían el ataque. Igualmente ha aplicado en ciertos casos de ataques de virus y worms, para detener la propagación y evitar daños a los usuarios. Pero, una vez solventado el problema de fondo, el bloqueo se levanta.

Todos esos son casos muy puntuales, y muy alejados de lo que está sucediendo con Uber. Uber es meramente un pleito de intereses económicos, y ni siquiera se puede decir que el servicio represente una amenaza a la población (de hecho, todo lo contrario). Por lo que no hay excepción que aplique para bloquear el servicio en las redes de comunicaciones.

Si los taxistas quieren sacar a Uber de operación, van a tener que pelear directamente contra Uber en las instancias apropiadas. Pero, eso no lo hacen porque ya saben que ese pleito no tienen posibilidad de ganarlo. Están peleando contra un fantasma, que trasciende los límites de la legislación nacional, y que además se ganó la confianza y respeto de la gente… algo que la “fuerza roja” perdió hace mucho tiempo.